Un viaje maravilloso
Al cerrar los ojos, me deje llevar por un increíble sueño. Pero no era como todos los sueños, no era como todas las noches, sino como el sueño que precede al amanecer de tus ojos.
Me montaba en un cohete fantástico, tenía un montón de colores y algo dentro de mí me dijo:
¡¡ Vas aprender mucho hoy, niña!!
El cohete se empezó a mover (estaba un poco escacharrado), yo me agarre con fuerza pensando que iba para arriba, que iba a despegar, pero mi sorpresa fue cuando empezó a descender.
- Oye, ¿a dónde vas? – dije. Que ese no es el camino, que los cohetes van al espacio.
- Jajajaja – se río el cohete.
- Anda, encima de no ir como todos, resulta que tiene sentido del humor – le dije indignada.
- Déjate sorprender y disfruta – me recalcó.
Al ir descendiendo, la verdad que era divertido, iba viendo las cosas al revés, veía a los demás muy grandes, las casas muy altas, los coches muy rápidos. Todo era diferente.
- ¡¡¡ Guauuu … estamos en la corteza de la Tierra !!!
- Si, ¿a que es increíble?
- Puedo ver las raíces de los árboles – dije sorprendida.
Pasó por nuestro lado un caracol, iba muy lento y el cohete se detuvo para que le viera. Me hizo una señal para que mirara en su caracola y un cartel se ilumino que decía:
“Sé paciente”. Nos sonrío y se fue con su lento paso.
Seguimos descendiendo y nos sumergimos en el fondo del mar, era maravilloso, nunca antes había visto las profundidades del mar. Había muchos peces de colores.
Pasó por nuestro lado una tortuga marina que me sonrió con su carita y me hizo un guiño para que mirara en su caparazón, dónde se ilumino un letrero que decía:
“Tú eres capaz”. Más simpática y se fue nadando lentamente.
Pensé que íbamos a ir más rápido al ir cayendo, pero empezamos a ir muy lentos, disfrutando de algo maravilloso que nunca antes había visto.
Miré hacia arriba y veía el mundo de otra manera. Seguimos descendiendo y empecé a notar mucho calor entrabamos en el núcleo de la Tierra, y todo se empezó a iluminar. A pesar de un fuerte calor, no me quemaba, era más bien cálido, como un abrazo fuerte en una fría noche. El cohete me acercó a una roca para que no me quemara.
- Ahora debes abrir la caja que está en ésta roca y entenderás el secreto.
- ¿Un secreto? – pregunté sorprendida.
Me acerque a la caja y se ilumino al tocarla. Dentro había una gran bola en la que al mirar pude ver un letrero que se iluminaba y decía:
“Eres maravillosa”. Y volví a dejar la bola dentro de aquella bonita caja.
Sonreí mucho ante aquel secreto que me daba la Tierra y el cohete me vino a buscar.
- Muchas veces esperamos ir para arriba, al espacio, pero las mejores maravillas se encuentran cuando aprendemos que también dentro de nosotros hay una luz maravillosa para compartir, para regalar. Aunque a veces tengamos que ver el mundo de otra manera. La Tierra es igual de bonita e incluso más luminosa y maravillosa.
¡¡¡ Ahora siiii … agárrate fuerte que despegamos !!!
7 comentarios Comente algo!
Enhorabuena por el relato, me ha emocionado sinceramente, siguien la máxima de que todo pasa por algo…creo que no he encontrado este texto por casualidad. Me ha enganchado desde el primer momento, me ha hecho centrarme y desconectar del ruido exterior. Está lleno de pequeños detalles que transmiten mucho, especialmente el mimo con que está escrito.
Gracias por compartir, estoy desando leer más!
Gracias Lorena, voy sacando cuentos según experiencias que me encanta compartir 😉 un abrazo muy fuerte. Y estoy contigo que todo pasa por algo 😉 todo es causualidad.
Muy interesante, todos deberíamos pararnos y mirar dentro de nosotros, vamos demasiado deprisa y no apreciamos nada.
Eso es Fatima, hay que aprecias los pequeños detalles. Gracias por tu comentario 😉
Es precioso el cuento…….continuará?????
Gracias Zanzu¡¡ ahora toca despegar… continuará claro, como continua la vida 😉
Gracias chicas por vuestros comentarios 😉 Claro que puede continuar Zanzu … ahora toca despegar ¡¡¡