El secreto para ser feliz

Un día ¡¡¡ SI !!! un día cualquiera te llega por casualidad, cómo a mí me gustan las cosas, un pequeño detalle que te hace sonreír, te hace ilusionarte de alguna manera. Viene, así, sin avisar, de repente como la lluvia inesperada un día de piscina, como el viento al bajar de golpe la ventanilla de un coche… que te hace sentirte viva de golpe.

Conectas con tu cuerpo, con tu ser, saltas de la alegría, desbordas la felicidad más profunda y siempre, sonríes.

Cuando sientes felicidad a tu alrededor y casi no sabes ni porque has conectado con otras personas de manera única, especial, con pocas palabras… percibes una sensación clara de conexión, que por alguna razón forma ese choque de partículas activas que vibran y crean una onda expansiva de felicidad, autenticidad. Ahí es dónde te sientes merecedora de algo, que no sabías que podía llegar a existir, has oído hablar tanto de ello, has visto tanta gente a tu alrededor que le ha pasado pero nunca sabías que el Universo te pudiera devolver todo lo es estabas deseando, como debería ocurrirle a todo el mundo una vez en la vida (o más).

Gracias, no paras de decir. Ya que es lo que sientes (sin saber qué es lo que realmente te pasa) agradecida por todas las personas que han llegado a tu vida, así de repente. Como por arte de magia aparecen personas que te hacen la vida más colorida, más auténtica, más alegre y entiendes que todo lo has entregado durante tanto tiempo lo tienes ahora delante de tus ojos, sonriendo contigo, abrazándote, creyendo en lo que predicas, animándote a seguir en tu camino, disfrutando de tus palabras y compañía.

Es así de simple, no hay más misterio en esta vida que los pequeños detalles que entregas durante un largo tiempo continuado, que por el mero hecho de ser pequeños no significa que no sean gigantes, ya que ocurre el efecto contrario. Los pequeños detalles llega a ser gigantes recompensas de felicidad entregada, gigante me quedo corta, es una inmensidad enorme al recibir aquello que tanto y tanto habías deseado.

No te quedes corto/a en los pequeños detalles que entregues, porque aunque luego no sepas como llevar esa inmensidad, te digo que es la mayor felicidad jamás contada.

Me atrevo entonces a decir que el secreto para la felicidad está en entregar lo que eres, aunque no todos lo reciban de la manera que lo das, aunque algunos no le guste del todo, siempre te quedara la felicidad de lo tú has entregado con la mejor te tus intenciones. No importa el qué dirán, dando pequeños detalles se convertirán en grandes y aunque todavía no sepas verlo o sentirlo llegara ese día de felicidad que tanto has anhelado, ese día que mires alrededor y el mundo ría, a pesar de su maldad… seguiremos luchando, seguiremos creyendo, porque eso nos hace más fuertes y felices, porque todo dependerá de cómo tú seas y entregues, siendo  fiel a ti mismo/a.

Un abrazo al corazón.

Firma Isabel

 

 

 

 

ÚNASE A NUESTRO BOLETÍN
I agree to have my personal information transfered to MailChimp ( more information )
Únase a nuestros visitantes que reciben nuestro boletín de noticias .
Odiamos el spam. Su dirección de correo electrónico no será vendida o compartida con ninguna otra persona.

Artículos relacionados

31º Día de Posibilidad
El tiempo pasa
¿Cómo ser tu propio coach interior?

Sin comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 + 1 =